Psicologías exógenas (2021)
Los dedos se abren,
la cuerda dispara,
un jabalí salta y atrapa una flecha,
la última flecha de Mishima,
aquel que utilizaba
la mano de la muerte
para escribir la locura
que se reprime y libera,
la sangre en el laurel de oro,
el diseño de la crucifixión.
Yo soy ese jabalí
y guardo la flecha
como una llave
a su país fantasma.
Sarasate el violinista
Golpeo con el arco el instrumento
y parece que ruge un animal,
las cuerdas graves
son mordiscos de tortuga en el naufragio,
liras rotas del templo griego.
Las cuerdas agudas
el canto del fraile ermitaño,
los pies de una mujer
que hace vino.
El oficio de la música,
mi placenta con la tierra y las nubes,
torna de madera el cuerpo
y los bigotes me crecen
como un violín.
Pensamientos de Marisa Wagner
Que el tiempo no pase
es el primer síntoma
de la locura,
silbo una canción,
siempre la misma,
cancion de ahorcada
que sobrevive
y lleva su soga.
Me convertí en rostro
que se disuelve en el jardín,
en gárgola que cuida sombras.
Ayer miré en el patio
una rama marchita
en el centro del abeto
y el otoño resistía
en su corazón.
Sacerdote Trakl
Hay un dios expresionista
que no tiene huesos
y es una turbina
que absorbe todo.
Hay un dios monstruo
que piensa a las personas
como presas de diferente sabor
y pone trampas en el camino.
Hay un dios insecto
que se desplaza
debajo de la tierra
y escucha los pasos.
Hay un dios escondido
en algún rincón de la ciénaga.
Hay un dios que cuenta
los trozos de carne
después de la bomba.
La joya orgánica
Victor Brauner,
tus manos
movieron el pincel
como un hechizo
sobre la pintura.
La quimera que hiciste
en la rama
sobre el trasfondo sombrío,
una planta
con una garra
en vez de raíces,
pétalos violetas
y un diamante en el centro,
se escapó y camina
hacia tu tumba.
Una forma de religiosidad
En La memoria de René Magritte,
un cuadro de 1948, aparece la cabeza
de una mujer esculpida en mármol blanco
manchada con sangre en la sien
y al lado, un objeto redondo
parecido a una alcancía.
La moneda es el tesoro de la infancia.
La rosa sobre la piedra, un romance con la locura.
La mancha de sangre, la huella del recuerdo.
El imperio de las luces 1954
Noche de arboleda
y luces tenues de kerosene
que deforman la sombra
del caminante sobre los adoquines.
El cerebro es un gusano
que muta cuando imagina
por eso un paisaje improbable
se vuelve real en la pintura.
Una película de George Romero
Los zombis intentaban
entrar al shopping
mientras los sobrevivientes
se atrincheraron en varios locales,
armados y llenos de dinero
paseaban por el hall
con ropas costosas
y botellas de champagne,
reían cuando los muertos vivos
querían abrir sus candados.
Relato omnisciente de un espíritu
Entra el forense y habla con el guardia.
No anota la visita.
Un ruido se escucha al abrir la heladera,
los rulemanes de la camilla crujen.
Apunta con un reflector a las pupilas,
el cuerpo del niño tiene un disparo en la sien.
Compara con una foto su rostro y asiente con la cabeza.
Procede a abrir el esternón,
los órganos ven la luz, extrae el higado
y lo pone en una bolsa dentro de su maletín.
Utiliza grampas para unir la piel.
Un ruido se escucha al cerrar la heladera.
La planilla queda vacía.
El guardia extiende la mano y recibe dinero.
Samurai y el culto a la fragancia venenosa
Saqué del bolso
una bola de pasto para el caballo,
levanté la bandera de la familia
y las flechas atravesaron mi armadura.
Apareció una puerta
por donde personas
con guirnaldas y poemas
pasaban hacia el bosque,
les cantaban a las flores
y tuve que seguirlos.
En la ansiedad
(respuesta a “Carta de Berlín” de Nazim)
El tiempo es lento
cuando estorba,
es mejor darle un valor
como los abejorros
esperan la primavera
para volar a los cultivos de lavanda
o las marmotas
que arrancan las orquídeas
y las comen en el valle.
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