Robo en el techo

 

Un gato entra por la ventana,

observa inmóvil para saber

si también soy gato.

Me busca los bigotes,  

le hablo y empieza a maullar.

Imito un ronroneo

y se genera una confianza,

corre el lápiz de la mano,

usa la garra,

arranca la hoja y huye

con mi poema

en su boca.

  

 

Para comprar un boleto de colectivo 

 

La vieja moneda

de aluminio, de un austral,

brilla dentro de la caja.

La aprieto en mi mano,

cierro los ojos

y escucho las voces

guardadas en su interior.

Ahora tiene

el valor del pasado.

 

 

Modelo Les Paul

 

Toco el acorde Re en la guitarra,

los dedos forman un triángulo

como si fuera la mano

del místico Hermes Trismegisto

que abre una puerta en el aire.

Cazo sonidos como se memorizan

conjuros antes de ser quemados.

Cada cosa tiene su santidad

y pienso que un anillo de ramas

que se seca y reverdece

es la única joya que existe.

 


Recuerdo y afecto 

 

El skate amarillo con ruedas naranjas

y un tigre pintado,conserva la suciedad

de cuando lo usaba.

 

La adolescencia, como la magia, es iniciática

y desde ahí viene este solsticio momentáneo

que me hace híbrido del tiempo.

 

 

 Recorrido y trascendencia 

 

Camino desde el barrio San Juan

a La perla solo para ver el atardecer.

La enredadera abraza el farol

de una casa marplatense.

Los secretos deben estar a salvo aquí.

 

Mi familia se apaga

a medida que avanzo

y me quedo huérfano

al ritmo de un vals.

 

Las puertas que miro

son un rostro mudo

y los pórticos conservan

las huellas de los muertos.

 

Me convertí en recuerdo,

en un viejo tatuaje americano

donde mi rostro es un paisaje

de cielo naranja

y soy el pájaro que lo surca

sin detenerse.

 

* 

 

Sonidos de barrio

  

A las doce de la noche los colectivos

hacen temblar las paredes de casa,

a las doce de la noche las persianas

se aflojan y caen de golpe,

a las doce de la noche

las bocinas del tren suenan

y escucho las pisadas de un gato

que da vueltas en círculos

y se acuesta en el techo

a mirar las estrellas.

 

  

Minucias

 

El polvo de los libros

vuela con mi soplido

junto a una corbata desteñida

cerca de la puerta hinchada

por la humedad.

Las goteras del techo

hacen música

y los dibujos,

en el azulejo del baño

se borran,

pero escarbo y canto

como un zorzal

dentro de un tronco podrido.

 

*

  

Piloto

 

El avión a reacción se enciende

y salen de las turbinas

llamas azules con aros amarillos,

despega, rompe la barrera del sonido,

que es la barrera del recuerdo,

porque va más rápido

que las pisadas y las emociones,

y sin gravedad en el cielo

se vuelve un sueño.

 

 

La casa del marinero es el agua 

 

Tira la red ,sube los arenques.

Tira la red ,sube los arenques.

Tira la red ,sube los arenques.

El pescador sin saberlo

se vuelve mantra

y lo imaginario

su única forma de existir.

 

En la Patagonia

 

El alerce es un árbol

que vive miles de años,

las cicatrices en su corteza

fueron hechas

por diferentes pájaros

en cada siglo.

 

Conoce el movimiento del viento

y de los animales que se acercan

por su equilibrio silencioso

de monje que busca el sol.

 

Litros de savia comunican

la cima de los relámpagos

con el tronco mordisqueado

por las orugas.

 

Pongo sus hojas en un vaso,

le agrego hielo, ron y bebo

un mojito inmortal.

 


En la avenida sobrenatural

 

Una mujer con tapado de zorro

pisa las pequeñas bayas

que caen del arbusto.

Entre el humo del maíz tostado,

bajo las nubes alargadas,

mi yo niño se desplaza de la mente

y retorna al mundo,

se hace cuerpo.

Parte una rama frente a mis ojos

y luego vuelve a morir.

Estoy en un tiempo dentro del tiempo,

soy el respiro de un pez en la tierra.

 


Antes y después

 

Los barriles con fuego

calientan a los cirujas

aunque el corazón arda

todo el tiempo.

Los perros le ladran al frío,

la calle se moja y brilla,

las ramas se quiebran

más fácil en invierno.

La nieve cubre los crisantemos,

mi cuerpo congelado en el lago

espera la noche y renace.

  

 

Los dioses duermen

 

Un ángel fumó

desde las nubes,

tiró las cenizas en el mar

y lo detuvo.

Al otro día

me desperté

con escamas

en el cuerpo

y nadé por las calles.