A través del faro (2022)
Escapo del ahora
Me hago desértico,
el sol se retira
y todo se pliega
al anochecer.
Escondo mi culto
por la Mar del Plata
que murió pero renace
en mis campos elíseos
como un escudo
de sentimientos
que detienen la tristeza.
Me hago desértico
porque en mis campos elíseos
no existe la muerte
ni la edad.
Conexión
Cuando era chico
a mi amigo le regalaron
una bicicleta cromada rodado 24
tenía un espacio en el caño para sentarse.
Íbamos por las veredas muy rápido
y los autos frenaban a nuestro cruce.
Eran días veraniegos, templados,
de cuando el atardecer se alarga
y tira una gama de naranjas y violetas.
Esos días suelen repetirse
y siento que me vuelve
la plenitud de la temeridad.
Retro
Conservo al muñeco
de la serie Conan el bárbaro
se llama Greywolf,
es un hechicero
con turbante violeta
y un aro en la espalda
que hace girar sus brazos.
Cuando lo acciono
el ruido me devuelve al pasado
y parece que la añoranza
es como una abadía,
un castillo abandonado
que todavía siente
porque los musgos
tomaron su piedra
para que no se convierta
en ruina.
En la perla marplatense
Tomé un atajo por las calles
Chacabuco y La Pampa
y descubrí una esquina
de murales coloridos
y chicas bebiendo té
que estudiaban violín
detrás de un ventanal.
Había umbrales, plantas trepadoras
y latas de tambo.
Me sentí como el mirón de primavera,
una raza de sapo espía,
que disfruta de las flores
antes que marchiten.
Aldea
Mar del Plata,
tierra de nunca jamás,
el tiempo es lento acá
y me cruzo con las mismas personas
como en un laberinto circular.
Uno de mis santuarios
es la Av. Libertad y Marconi,
tiene tres jardines
en su esquina y los árboles
hacen una lluvia de hojas secas
casi todo el año.
Tuve visiones en ese lugar,
pasos que daba en nuevas calles,
mujeres que pronunciaban
mi nombre con dulzura.
Tuve visiones en ese lugar,
no hay más que un cielo y un mar
el agua contiene, las nubes expulsan,
somos un salto de salmón que intenta el vuelo.
Tengo visiones en ese lugar.
Carpe mare
Mutar en ángel
En un barrenador
hay que agarrar las olas
cuando están creciendo,
es parecido a que algo
te levante en el aire
y luego te haga reposar,
reposar
sobre el agua intermitente
cercana a lo infinito,
porque
en el fondo del océano
no hay horas
como en los sueños
y nos acerca al infinito.
Por encima del tiempo
y de la tierra
floto en barrenador.
*
La luna se asoma
en cuarto menguante,
camino por la costa
entre el atardecer
y el anochecer.
Para llegar a la punta
de la escollera
hay que pasar
por piedras gigantes,
el gusto del agua del atlántico
es como una sopa
de lluvia milenaria
que se recicla a sí misma.
Siento que puedo llevar esta fórmula
a un verso interminable,
frotar mis manos sobre el papel
como un alquimista que convierte
la tristeza en amor.
Frotar mis manos sobre el papel
cumpliendo los milagros de la plegaria.
Frotar mis manos sobre el papel
y que la fuerza crezca
antes del infortunio.
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